domingo, 8 de marzo de 2015

CONSEJOS PARA PADRES DIVORCIADOS


Cuando una pareja decide separarse es muy importante que sepan que esto supone que ellos dejan de convivir juntos, que se rompe el vínculo conyugal, pero que se mantienen las relaciones paterno-filiales: dejan de ser esposos pero siguen siendo padre y madre. De cara a la salud mental de los menores implicados en esta situación, estas son algunas recomendaciones sobre cómo deben actuar los padres frente a sus hijos durante un divorcio.

 

Permite que los niños vean al otro progenitor

Los niños siguen necesitando a un padre y a una madre, aunque estos ya no convivan juntos. Ambas son figuras de referencia y de vinculación emocional importantes para los menores, y manteniendo el contacto con ambos se minimiza el sentimiento de pérdida y se mantienen sus referencias.

La vida viene de mamá y papá. Y yo, como hijo soy 50% mamá y 50% papá

 

Habla bien del otro progenitor o, como mínimo, no hables mal

Los niños necesitan tener unos padres dignos, una imagen sana de ambos progenitores, para poder crecer con la autoestima adecuada y con las figuras de identificación psíquica correctas. El menor se siente parte de papá y parte de mamá, y hablar mal de uno de los dos es hablar mal del propio menor, es decir, si anulamos a alguno de los padres, estamos anulando la mitad de nuestra sangre y eso hará que los hijos no puedan tomar la vida, ni podrán ser exitosos, mucho menos tener una buena relación de pareja a futuro y tendrán conflictos para vincularse con sus propios hijos.

 

Potencia la autonomía e independencia de tus hijos

Es una actitud errónea y con consecuencias graves para el desarrollo del menor el estar excesivamente encima de él, siempre pendientes de lo que hace, y yendo juntos a todas partes. Los hijos no deben convertirse en sustitutos de nuestras ex parejas. Tampoco les ayuda que les pidamos que se queden con nosotros porque nos sentimos solos: debemos contar con nuestros propios recursos para salir adelante, sin crearles dependencia ni culpabilidad.

Nuestros hijos no son jueces

No debemos colocarlos en posición de juez, ni compartir detalles de la vida íntima o de la separación con ellos, no cuestionar la actitud de la ex pareja delante de ellos ni pedirles opinión sobre estos temas. Las cosas de los adultos deben quedar entre ellos, y los menores siempre deben conservar una buena imagen de ambos padres: a la larga te lo agradecerán.

Evitar las discusiones con la ex pareja delante de ellos

Los temas pendientes entre los adultos se hablan sin implicar a los menores. No es agradable para un hijo ver a sus padres discutir, y tampoco ver que la separación no sirvió para que dejaran de hacerlo.

Lo que queramos decirle a nuestra ex pareja se lo decimos nosotros

No usamos a nuestros hijos de mensajeros. Lo decimos nosotros o usamos otras vías (cartas, correo electrónico…). Los recaditos del tipo: “dile a tu madre/padre…”, “cuando vayas a casa tráeme X que es mío…”, “mira lo que tiene en los cajones…” colocan a nuestro hijo en una situación incómoda, y a la larga los alejará de nosotros. 

Dar opiniones injuriosas o que descalifiquen al otro progenitor

Relacionado con su estado mental( “Tú Papa/Mama estaloco”), comportamiento moral, opinión peyorativa de su familia o de la sociedad, presencia física, grado de inteligencia, procedencia familiar, estudios realizados, raza, etc.

 

 

Entrenarles con mentiras para que manipulen al otro progenitor

Con el fin de obtener mejores prestaciones económicas para la pensión alimenticia y gastos de los hijos O  para pedir más dinero, recriminar, espiar, convencer, acusar o instigar en beneficio particular.

 

 

Formar alianzas inconscientes 

O implícitas pero tácitamente cumplidas con los hijos, para ir en contra del otro progenitor, produciendo así una traición a los sentimientos más profundos de cariño de los hijos, esto les genera un conflicto de lealtad que a la larga puede llevar a consecuencias como: adicciones, esquizofrenia y en el último extremo el suicidio.

 

Hacer promesas

Sobre las ventajas económicas y sociales que tendrán si aceptan vivir con uno de los progenitores o en su caso con su nueva familia, insistiendo en la caída económica que tendrán si se quedan a vivir con el otro progenitor. Pero ocultando los problemas que les llegarán con el nuevo tipo de vida propuesto.

 

Inducir

hacer daño a las personas o cosas que estén relacionadas con el otro progenitor.

 

Intentar cambiar los apellidos

Para que pierdan el del progenitor alienado, incluso cambiando la ciudad o el domicilio para destruir la relación del progenitor ausente de sus hijos, o presentar al nuevo cónyuge a los hijos como el nuevo padre o madre.

 

 

Involucrar a los hijos en injurias, mentiras, falsas denuncias

De abusos sexuales, malos tratos, robos, etc. Buscando la desacreditación para interrumpir por la vía judicial los contactos con el otro progenitor. 

 

Manipular a los hijos con regalos

promesas o amenazas para que declaren mentiras ante los jueces, abogados o psicólogos que los evalúan, con el fin de que les dejen la custodia a uno de los progenitores. 

 

 

Obligar o persuadir para que testifiquen contra el otro progenitor

Buscando a un profesional, para que diga que los hijos están dañados emocionalmente, sea cierto o no, para lograr una patria potestad, una pensión económica o prohibición del juez,  para conseguir que la otra parte no tenga contacto con los hijos.

 

Torcer malintencionadamente la conciencia o la profesionalidad

De los especialistas, tales como psicólogos, abogados y maestros que tienen que determinar con hechos y fundamentos ante los jueces el estado psicológico de los hijos sugiriéndoles que preparen a los hijos para que testifiquen en contra del otro progenitor para lograr los objetivos propuestos.

 

Usar a los hijos como informantes

Para que les cuenten todas las actividades que hace el otro progenitor.

 

 

Tomar a AMBOS PADRES libera nuestro corazón, energía y recursos para enfocarlos en nuestra pareja y búsqueda del éxito, abundancia y prosperidad. Al mismo tiempo le hacemos un favor a las generaciones futuras porque no les heredamos problemas. Tomar a los padres libera nuestro corazón, energía y recursos para enfocarlos en nuestra pareja y búsqueda del éxito, abundancia y prosperidad. Al mismo tiempo le hacemos un favor a las generaciones futuras porque no les heredamos problemas.

 


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