miércoles, 30 de julio de 2014

Infidelidad desde lo Sistemico

CONSTELACIONES FAMILIARES

Alma Espinosa, licenciada en Psicología, explica que hay diferentes corrientes que analizan la infidelidad, uno de esos campos, incluso de reciente difusión es la de las Constelaciones Familiares, que nace de la terapia familiar.

“Desde esa perspectiva se mueve una dinámica muy interesante de la persona que comete una infidelidad, pues la infidelidad, es el engaño que se genera dentro de la pareja, dentro del uno hacia otro, cuando empieza a relacionarse con otra persona, afectiva, emocional y sexualmente”, explica Alma Espinosa.

Asegura que existe una disyuntiva en torno a lo que se puede considerar como infidelidad, puesto que hay quienes consideran que desde el voltear a ver a una persona, o pensar en ella es una infidelidad y se le conoce como infidelidad de pensamiento, pero la más grave es cuando llega a convivir con otra persona.

“La infidelidad también se da en el noviazgo o en una relación formal, incluso en la unión libre. Pero, hablando de un matrimonio podríamos establecer que el infiel responde a un patrón, y si en el noviazgo fue infiel con su pareja puede seguir viviendo ese estilo de vida que se permitió y le permitieron”, añade la experta.

Para la concepción social, la infidelidad, al menos en los hombres, es un estilo de vida, aceptado por el género, pero en realidad es una dinámica que se da en la persona a partir de una serie de información familiar.

“De acuerdo con la teoría de Constelaciones Familiares, la dinámica del infiel viene del vínculo madre e hijo. El hijo al nacer es el consentido de la mamá y se genera un vínculo muy fuerte”, dice.

Es en el inconsciente familiar donde ese hijo puede ocupar un lugar tan especial en el corazón de la madre, que difícilmente podremos romper. Se le conoce como “el hijo de mamá”, que no es otra cosa que el involucramiento emocional con su madre, pero lo mismo ocurre con las hijas llamadas las “consentidas de papá”.

“Difícilmente podrá entregarle su corazón a otra persona. Lo que pasa con este tipo de hijos es que difícilmente va a poder echar raíces en otra relación y por eso busca relaciones complicadas. Son los típicos don Juanes, quienes obedecen a este patrón y se convierten en infieles”, comenta.

La especialista asegura que la infidelidad es provocada por la lealtad tan grande hacia la figura materna, lo cual hace que no eche raíces en una relación y empieza con una y otra, generando así una infidelidad.

“No me comprometo con ninguna otra mujer, entonces se buscan mujeres donde no hay compromiso, hasta tienen hijos por aquí, hijos por allá, se mueven en una dinámica muy importante en la relación vínculo madre e hijo, pero ambos no saben lo que genera esa conducta”, asegura y detalla que las mujeres de esos hombres tienen problemas con las suegras.

Comúnmente acepta que físicamente el hijo se podrá ir, pero el corazón sigue ligado con la madre, y esta situación no es exclusiva de los hombres.

EL DUELO DE LA INFIDELIDAD

Después de una infidelidad, viene la etapa de duelo, que en un desengaño; es doloroso y cada quien lo vive a su modo, no tiene tiempo de sanación y va en función de la situación de la relación o del tiempo de convivencia, explica la psicóloga.

“En esa etapa se pierde la confianza, la seguridad, los sueños, y lo que se había establecido como vínculo, porque para trabajar el duelo la persona tiene que trabajar el perdón y perdonarse a sí misma por estar permitiéndose esas situaciones”, establece.

Desde su perspectiva, considera que no es conveniente que el perdón se dé demasiado pronto, pues la persona necesita revalorarse y después de eso tiene que evaluar si retomará la relación, sea cual sea la condición de la misma.

“Al término del duelo es necesario que la persona analice y reflexione, luego puede decir ‘ya decidí que ya no quiero la relación, me quiero ir en paz, me quiero ir sin estar odiándote’, para que así la persona pueda voltear al otro lado del camino y puede seguir”, ese es el duelo y el perdón, añade.

Y al abundar en ese sentido, dice que el perdón se da al final del duelo, es el proceso en el cual la persona ya siente que está lista para confrontar a quien la dañó, para ver a quien la vea, para decirle las cosas sin enojo y sin coraje, pues tras ese duelo hay que establecer compromisos.

Para la especialista tanto el hombre como la mujer son vulnerables a la infidelidad, aunque sea distinta la concepción.

“La mujer sale más rápido que el hombre, porque nosotras lloramos, lo gritamos, y sacamos los sentimientos, mientras que el hombre lo primero que le dices es que no lloren y los amigos hasta le dicen que la olvide, lo que no les permite vivir su duelo”, expresa.

Es decir, que tanto el hombre como la mujer son vulnerados, pero lo que cambia es la forma de expresarlo, pues además por naturaleza el hombre no puede estar solo y eso lo lleva a una nueva pareja, entonces se registra una infidelidad, por lo que el hombre como no se da la libertad o el tiempo y se relaciona con otra persona para no sufrir.

SÍ HAY MAÑANA

Desde la concepción de las Constelaciones Familiares, existe una terapia que puede eliminar el vínculo entre los hijos y los padres.

“Un hombre infiel está ocupando el lugar de su papá y una mujer que es infiel está ocupando el lugar de su mamá. Detrás de esto está el no compromiso, el mantener la lealtad”, apunta.

Agrega que “echar raíces con una persona es decir, ‘ahora me voy, sigo estando al pendiente de ellos, pero corto el lazo afectivo y algunas ataduras’, pues como hijos tenemos el derecho de tomar esa decisión”.

Califica tal acto como una deslealtad positiva hacia los padres y entera que “Por eso es necesario que se mantenga el respeto entre padres e hijos, que se reorganicen las familias y se respete la jerarquía, mientras los padres conforman un sistema parental, los hijos integran el fraternal, ambos no deben ser rebasados”.

Incluso Alma Espinosa aconseja que al buscar pareja, cada persona investigue o conozca sobre con quien ésta saliendo pues todo está involucrado y los antecedentes si afectan la relación.

“Aquel hombre o mujer que decide quedarse, tener una pareja, es aún una decisión de ver todo lo que se conjuga en la familia, la aprobación de la pareja, incluso que tu papá y tu mamá den la autorización, por qué si no, se enfrentan situaciones muy difíciles, y no se diga cuando la persona con la que se trata de relacionarse es la consentida de mamá o papá, según sea el caso”, comenta.

Considera que hay que tener cuidado cuando las mujeres y los hombres buscan este tipo de situaciones porque les “conviene”.

“El tratamiento con la víctima es especial y la persona que es infiel trae un ‘rollo’ interno muy fuerte que hay que trabajar… ¿Qué pasa después de una infidelidad, una pareja puede retomar la relación?”, cuestiona a sí misma.

“Yo creo que sí, hay etapas del daño y puede la pareja después volver a retomar la relación, yo pienso que sí, todo depende de que estén dispuestos a trabajar, cada uno tiene su parte, por eso es bueno que pongan limites muy claros y definidos con su pareja, pero con base en ello fundamentar la relación”, responde.

La terapeuta dice que en una infidelidad cada quien es responsable de algo y lo importante es que se restablezcan los límites y se definan.

“Porque si la persona lo dejó pasar la primera vez, das el mensaje de que lo puedes volver a hacer”, refiere.