miércoles, 19 de noviembre de 2014
jueves, 25 de septiembre de 2014
LAS CINCO CONDICIONES PARA EL BIENESTAR DE LA PAREJA
No hay esquemas preestablecidos, pero sí condiciones que facilitan o dificultan la relación de pareja. Hay criterios que nos permiten reconocer si nos estamos relacionando con la persona adecuada o no, si estamos más cerca o más lejos de que el amor se logre. Arnaud Desjardins, discípulo del sabio hindú Swami Prajnanpad, nos habla de los cinco criterios que su maestro le enseñó para reconocer el valor profundo de una pareja. Cuando éstos se cumplen, la pareja vive en armonía y sus asuntos son alegres y serenos.
1) Que sea fácil, que fluya sin demasiado esfuerzo. Que las cosas sean cómodas, que no tengamos que malgastar grandes cantidades de energía en emociones ni se nos obligue a luchar contra éstas. Cuando esta condición se da, existe una comunión real, una comodidad que no es rutinaria, en la que no hay dramas ni tragedias, sólo bienestar. Todo se desenvuelve con naturalidad, y las cosas resultan fáciles y gráciles.
2) Que se trate de dos naturalezas no demasiado incompatibles, no demasiado diferentes. Que la comprensión del otro no esté más allá de nuestras capacidades.
3) Que los miembros de la pareja sean verdaderos compañeros, que se sientan como tales, acompañados, ya que el otro es también un amigo y la amistad no se desgasta con el curso de los años. Que puedan compartir sus peculiaridades, gustos, intereses, diferencias, complicidades. Que encuentren en la otra persona a alguien a quien entienden y que le entiende.
4) Tener fe y confianza plena en el otro. Que el otro nos inspire una completa confianza sobre la cual se pueda cimentar un amor duradero, susceptible de crecimiento. Que tengamos la convicción de que el otro no nos va a dañar.
5) El deseo espontáneo de que el otro esté bien, lo cual quiere decir, el deseo de que esté bien por encima de nuestros miedos o carencias. Se trata de encontrar la propia felicidad con la plenitud del otro.
El dodecálogo: Las reglas de oro para el buen amor, hoy, según Joan Garriga.
Aquí tenemos una docena de mitos, o creencias irracionales, que podemos cambiar por otros pensamientos y actitudes más sanas y eficaces.
1. SIN TI NO PODRÍA VIVIR / SIN TI TAMBIÉN ME IRÍA BIEN
Somos dos adultos que nos sostenemos sobre nuestros propios pies, no dos niños buscando a sus padres. Sin ti también me iría bien, pero me alegra el corazón que sea contigo y que estemos juntos.
2. TE QUIERO POR TI MISMO / TE QUIERO POR TI MISMO… BUENO, A PESAR DE TI MISMO.
Es un regalo enorme amar las sombras del otro, su ego, sus dificultades, y ser compasivos con ello, porque eso significa que somos capaces de reconocer al otro miembro de la relación en su realidad más sombreada. La pareja es un campo de crecimiento en el que se van limando las asperezas del ego gracias a que el amor compartido es capaz de soportarlas.
3. HAZME FELIZ / SIENTO EL DESEO ESPONTÁNEO DE QUE SEAS FELIZ
La pareja no está pensada para darnos la felicidad, aunque si sabemos conjugar todas sus dimensiones experimentamos algo que se acerca a la dicha. Sentimos que pertenecemos a algo, que hemos creado una intimidad, un vínculo, y que construimos caminos de vida.
4. QUIERO UNA PAREJA / MEJOR ME PREPARO PARA SER PAREJA
El exceso de «yo» y de individualidad por encima del sentido del «nosotros» convierte la pareja en un campo increíble de libertad y al mismo tiempo nos expone a más y más soledad e incertidumbre. Las dos cosas al mismo tiempo. Si quieres tener pareja, trabaja en tu interior para encontrar tu propio tono y manera para ser compañero o compañera, y lo demás se te dará por añadidura.
5. TE LO DOY TODO / MEJOR DAME LO QUE ME MANTIENE EN EL MISMO RANGO QUE TÚ
La pareja es una relación de igualdad en la que hay que procurar que haya un intercambio de equilibro y justicia para preservar la paridad de rango. Dar mucho puede generar en el otro un sentimiento de deuda y empequeñecerlo. Mejor dar lo que el otro puede devolver de alguna manera, puesto que con el intercambio fértil crece la felicidad.
6. DÁMELO TODO / DAME LO QUE TIENES Y ERES Y YO PUEDO COMPENSAR, PARA MANTENER EN MI DIGNIDAD
Cuando alguien en una relación lo pide todo del otro, debemos sospechar dos cosas: la primera, que esa persona es un niño y la segunda, que esa persona sin duda no va a tomar y apreciar lo que se le da, porque está anclada en un guión de insatisfacción que se nutre de demanda, la cual, aunque sea atendida, no satisface. Mejor el intercambio positivo y gratificante al negativo e hiriente.
7. OJALÁ SEA INTENSO Y EMOCIONAL / OJALÁ SEA FÁCIL
Algunas relaciones discurren con fluidez y facilidad, no chirrían. Son el resultado del encuentro de dos naturalezas que armonizan sin grandes desencajes. Otras veces, todo es difícil, a pesar del amor. Cuando una relación es intensa y emocional, a menudo llega a ser desvitalizante. De hecho las grandes turbulencias emocionales y los juegos psicológicos desgastantes y fatales tienen que ver con reminiscencias de heridas infantiles y viejos anhelos no colmados.
8. LUCHO POR EL PODER / COOPERAMOS
Demasiados siglos de lucha y sufrimiento entre hombres y mujeres nos convocan a una reconciliación. Es maravilloso cuando en la pareja ambos sienten adentro, de verdad, de corazón, que no hay mejor ni peor, y que caminan juntos. No uno por arriba y otro por abajo, no uno por delante y otro por detrás. Cooperan. Son compañeros y amigos y hermanos y amantes y socios. Uno y uno son más que dos. En lo más profundo las mujeres se suelen sentir mejores que los hombres —según mis estadísticas— pero las más inteligentes se encargan de que sus parejas no lo noten.
9. YO PIENSO, TÚ SIENTES Y ANTE LO DIFÍCIL SÁLVESE QUIEN PUEDA / REÍMOS Y LLORAMOS JUNTOS Y JUNTOS NOS ABRIMOS A LA ALEGRÍA Y EL DOLOR
Las parejas enfrentan en su proceso vital asuntos que en algún momento duelen: hijos que no vienen, abortos, muertes o enfermedades de seres queridos, vaivenes económicos y existenciales…. Son asuntos que ponen a prueba la capacidad de aguante de la pareja, y que o bien la fortalecen o bien la derrumban y ponen en ella resentimientos y millas de distancia.
10. QUE SEA PARA SIEMPRE / QUE DURE LO QUE DURE
Entrar en el amor de pareja significa también hacerse candidato al dolor de un posible final. Hoy en día se habla de monogamia secuencial, esto es, de que, estadísticamente, cabe esperar que tengamos entre tres y cuatro parejas a lo largo de nuestra vida, con el consiguiente estrés y tránsitos emocionales complejos que ello conlleva. Cuando no hay un contrato institucional de por medio, tenemos una oportunidad de crear a la pareja cada día, a nuestra manera, y de vivir lo que nos permite. Si llega el final, aprendemos el lenguaje del dolor, la ligereza y el desapego, para luego volver de nuevo al carril del amor y de la vida.
11. PRIMERO LOS PADRES O LOS HIJOS Y LUEGO TÚ / PRIMERO NOSOTROS, ANTES QUE NUESTRAS FAMILIAS DE ORIGEN Y QUE NUESTROS HIJOS EN COMÚN
Conviene saber que el amor se desarrolla mejor en universos de relación ordenados: que los padres sean padres y que los hijos sean hijos, que la pareja que se ha creado (que puede incluir a hijos de anteriores relaciones) tenga prioridad frente a parejas anteriores o frente a las familias de origen. Que el pasado sea honrado y labre un buen presente y un buen futuro. Algunas personas dan más importancia a los hijos en común que a los anteriores, lo cual acaba creando malestar en todos. Al mismo tiempo, una pareja posterior debe saber que tiene más posibilidades de ocupar un buen lugar si asume que los hijos de su pareja estaban antes y respeta su prioridad.
12.TE CONOZCO / CADA DÍA TE VEO Y TE RECONOZCO DE NUEVO
Algunas parejas no se relacionan con la persona que tienen al lado, sino con las imágenes interiores que se han ido formando de esa persona a lo largo del tiempo. Viven en el pasado y se olvidan de actualizarse cada día. Para evitarlo, ayuda, y mucho, abrir la percepción a cada instante nuevo y no dar a la otra persona por supuesta. El otro se ilumina cuando le reconocemos y le descubrimos como nuevo, y de este modo también nosotros nos volvemos nuevos y jóvenes.
domingo, 14 de septiembre de 2014
Una manera infantil de relacionarse amorosamente
El hombre nace de la madre y tiene un vínculo de total dependencia; la presencia del padre es necesaria para que estimule el desarrollo de la masculinidad, por encima de la feminidad. Si el hombre se queda en el ámbito de la madre la experimenta como poderosa y no puede tomar del padre, entonces lo masculino queda restringido y no puede ser un hombre adulto que haga pareja. Queda lleno de feminidad y termina compitiendo con la mujer. El hombre que no se vincula con el padre, es el favorito de las mujeres, el amante, el Don Juan, el seductor, el héroe.
Así mismo, la mujer nace de la madre y asume la feminidad, luego se acerca al padre con quien conoce el mundo masculino. Este recorrido finaliza cuando vuelve a la madre, quien se convierte en su modelo de identificación. La mujer que se queda en el ámbito del padre se llena de masculinidad y no puede identificarse con la madre, se convierte entonces en la favorita, la amante perfecta, la seductora, pero no en la mujer adulta que tiene una relación de pareja estable. Cuando se hace el recorrido completo, se trata al otro sexo como un igual, no se compite, ni se envidia a la pareja, se es complemento. El hijo que está al lado del padre respeta a la madre y a la mujer; el que se queda en la madre, domina, subyuga y abusa de la mujer. La hija que vuelve a la madre respeta al padre y al hombre; la que se queda en el padre, manipula, controla, domina y maltrata o explota al hombre.
Esto da paso a creer que las relaciones amorosas son conflictivas, pero según Ingala Robl "cada uno de los integrantes en la pareja carga con historias familiares detrás. La dinámica oculta surge en muchos momentos de la vida y es inconsciente. Por eso Tratamos de resolver estas responsabilidades de forma inconsciente, lo que afectan nuestras relaciones de pareja. Parte del cambio se logra cuando por fin nos quitamos la venda de los ojos y somos capaces de mirar a nuestra familia y tomar conciencia de lo que reproducimos de ella. Es importante este proceso para cerrar ciclos y librarse de responsabilidades que son de nuestros ancestros, no nuestras. En Constelaciones familiares sabemos que amar no es suficiente. Si no hay un orden en nuestra vida, ese amor no dura o se va convertir en un gran sufrimiento".
viernes, 12 de septiembre de 2014
"Prefiero mil veces un par de zapatos caros"
Platicando con una de mis amigas sobre el tipo de prioridades que tenemos muchos mexicanos, y observando a lo largo de más de 10 años trabajando en el área humanista, veo con gran desilusión, el poco compromiso que tenemos algunos para invertir en nuestra evolución mental, emocional o espiritual.
Nos llega la quincena y cuando terminamos de pagar nuestros gastos fijos que hacemos con el dinero destinado para nuestra diversión??
Es increíble como preferimos gastar dinero en comidas, en alcohol, en aparatos electrónicos a la vanguardia o en la bolsa o los zapatos caros de la nueva temporada...
Y que pasa cuando tenemos una buena oportunidad para gastar en algún retiro, curso o taller sobre algún tema que nos apasiona, algún otro que nos sirva para aprender, crecer, entender o trabajar sobre nosotros mismos?
Preferimos evadir creyendo que nuestra vida "esta bien" o " no hay mucho que hacer", decimos que no nos alcanzo el dinero, que es un lujo, o que es demasiado caro el costo para ir algo que no te vas a llevar puesto encima...
Increíble y desepcionante es ver que son pocas almas las valientes que se atreven a salir de la zona de confort e invertir en cosas no materiales, sino en lo MÁS importante que tenemos: NUESTRA SALUD FÍSICA, MENTAL,ESPIRITUAL y EMOCIONAL
lunes, 1 de septiembre de 2014
El secreto de los amores difíciles
Hoy vamos a comenzar una serie nueva, esta vez sobre el tema de la pareja y su relación con la genealogía. Daremos un pantallazo general para presentar el tema y dar un par de pistas.
Las personas en sus relaciones de pareja se dividen en muchos grupos, comenzaré a enumerar algunos:
Grupo A): Son aquellos que da a impresión que nacieron para estar en pareja. cuando conocen a la persona que consideran adecuada, se entregan y confían desde el minuto uno. Mas tarde si la relación no prospera rompen y al tiempo vuelven a estar con otra persona, tan enamorados y tan fácil como antes. Parece que estos seres hubieran nacido con un manual de instrucciones o con un conocimiento que no todos los mortales tenemos.
Grupo B): Aquellos que se pasean de pareja en pareja sin dar "con el indicado", durante años se encuentran con personas que claramente no son para ellos pero aún así insisten, sufren rupturas sistemáticas hasta que un día encuentran a alguien especial, y cuando parece que la cosa va a cuajar simplemente lo descartan, porque esperan algo mejor.
Grupo C) Es el de aquellos que tienen relaciones en menor cantidad pero que son tormentosas, apasionadas (en el sentido negativo de la palabra), con violencia verbal y/o física, suele sobrevenirles una ruptura igual de intensa, para después, tarde o temprano repetir el mismo patrón.
Estos son algunos tipos de relaciones que existen, pero por supuesto que hay muchos tipos más, tantos como letras del abecedario, y con infinitas combinaciones. También están aquellos que permanecen en una única relación disconformes para siempre, o los que se mantienen solos y castos durante siglos (como el soltero de oro, a versión masculina y amable de la solterona de los gatos) y muchos más que con el tiempo iremos tratando.
¿Que hace que para algunas personas el amor sea algo tan natural e inherente a su esencia, casi como en el reino animal donde las criaturas se dejan llevar, y sin embargo para otros el amor sea el equivalente a preparar una tesis doctoral en gramática descriptiva de las lenguas muertas? Son varias cosas, pero la gran parte vienen de la genealogía, de nuestra familia, de la historia de quienes nos criaron, del ambiente en el que crecimos y de lo que adquirimos de él.
Puntos a tener en cuenta:
El proyecto sentido: Ya vimos en otras ocaciones que el proyecto sentido abarca el período que va desde los nueve meses anteriores a la concepción del bebé hasta los tres años de vida. Lo que hayamos "mamado" dentro de este tiempo se queda grabado en el inconciente. Las vivencias de la madre antes y durante el embarazo son cruciales, afectan directamente al niño, si la madre durante el embarazo siente miedo, percibe abandono, vive escenas de violencia, o cualquier percepción que tenga, tiene directa conexión con el bebé. Ejemplo: una mujer acude a una consulta porque quiere encontrar una pareja, pero salta de una relación a otra sin adquirir ningún tipo de compromiso. Se pregunta porqué no es capáz de mantener una relación duradera. En la consulta se revisa su árbol genealógico, al llegar al proyecto sentido el conflicto salió a la luz: Su madre había sido abandonada por su padre. Así se dejó ver la resistencia de la joven a repetir la situación de abandono que sufrió su madre cuando estaba embarazada de ella.
El transgeneracional: EnDesórdenes amorosos, salomon Sellam cuenta el caso de dos personas que luego de estar muy enamoradas y con una vida sexual muy activa, la pasión decae hasta llegar a la separación. Cuando el paciente le cuenta la historia, relata que en un principio fue un "flechazo con electricidad". Esto encendió la alarma del terapeuta. Al comprobar las fechas, ambos integrantes eran gemelos simbólcos, coincidían la fecha de nacimiento de uno con la fecha de concepción del otro. los gemelos simbólicos se ven inmersos en un incesto tambien simbólico, por eso la desaparición del deseo.
Recordatorio: Solo se comprueban las fehas con el objetivo de encontrar estas linealidades en caso de conflictos, no todas las parejas que coincidan en fechas tienen que fracasar.
Revisar el árbol genealógico también te puede llevar a historias claves para el fracaso sentimental. Además de las fechas, Repetir historias de nuestros padres o tener el afán de no querer repetirlas puede llegar a ser igual de perjudicial. No querer pasar por lo mismo que tu madre, tu abuela o tu tía te puede conducir a la soledad o a las relaciones tóxicas, el objetivo final es el mismo, mantenerte "solo y a salvo" para no repetir patrones.
Sanar historias
Los problemas para encontrar pareja o los conflictos con la pareja que ya se tiene, es muy probable que tengan su respuesta en la familia. Se puede estar intentando reparar a un abuelo mujeriego, a una abuela dominada, a una madre abandonada, todo esto se hace inconcientemente, pero interfiere en la realización interior de la persona. Tomar conciencia y sanar la pecepción que se tiene de las historias de nuestros ancestros es el paso número uno para lograr una vida amorosa y libre de ataduras, una relación de amor elegida por tí, sana y de tu creación.
Las personas en sus relaciones de pareja se dividen en muchos grupos, comenzaré a enumerar algunos:
Grupo A): Son aquellos que da a impresión que nacieron para estar en pareja. cuando conocen a la persona que consideran adecuada, se entregan y confían desde el minuto uno. Mas tarde si la relación no prospera rompen y al tiempo vuelven a estar con otra persona, tan enamorados y tan fácil como antes. Parece que estos seres hubieran nacido con un manual de instrucciones o con un conocimiento que no todos los mortales tenemos.
Grupo B): Aquellos que se pasean de pareja en pareja sin dar "con el indicado", durante años se encuentran con personas que claramente no son para ellos pero aún así insisten, sufren rupturas sistemáticas hasta que un día encuentran a alguien especial, y cuando parece que la cosa va a cuajar simplemente lo descartan, porque esperan algo mejor.
Grupo C) Es el de aquellos que tienen relaciones en menor cantidad pero que son tormentosas, apasionadas (en el sentido negativo de la palabra), con violencia verbal y/o física, suele sobrevenirles una ruptura igual de intensa, para después, tarde o temprano repetir el mismo patrón.
Estos son algunos tipos de relaciones que existen, pero por supuesto que hay muchos tipos más, tantos como letras del abecedario, y con infinitas combinaciones. También están aquellos que permanecen en una única relación disconformes para siempre, o los que se mantienen solos y castos durante siglos (como el soltero de oro, a versión masculina y amable de la solterona de los gatos) y muchos más que con el tiempo iremos tratando.
¿Que hace que para algunas personas el amor sea algo tan natural e inherente a su esencia, casi como en el reino animal donde las criaturas se dejan llevar, y sin embargo para otros el amor sea el equivalente a preparar una tesis doctoral en gramática descriptiva de las lenguas muertas? Son varias cosas, pero la gran parte vienen de la genealogía, de nuestra familia, de la historia de quienes nos criaron, del ambiente en el que crecimos y de lo que adquirimos de él.
Puntos a tener en cuenta:
El proyecto sentido: Ya vimos en otras ocaciones que el proyecto sentido abarca el período que va desde los nueve meses anteriores a la concepción del bebé hasta los tres años de vida. Lo que hayamos "mamado" dentro de este tiempo se queda grabado en el inconciente. Las vivencias de la madre antes y durante el embarazo son cruciales, afectan directamente al niño, si la madre durante el embarazo siente miedo, percibe abandono, vive escenas de violencia, o cualquier percepción que tenga, tiene directa conexión con el bebé. Ejemplo: una mujer acude a una consulta porque quiere encontrar una pareja, pero salta de una relación a otra sin adquirir ningún tipo de compromiso. Se pregunta porqué no es capáz de mantener una relación duradera. En la consulta se revisa su árbol genealógico, al llegar al proyecto sentido el conflicto salió a la luz: Su madre había sido abandonada por su padre. Así se dejó ver la resistencia de la joven a repetir la situación de abandono que sufrió su madre cuando estaba embarazada de ella.
El transgeneracional: EnDesórdenes amorosos, salomon Sellam cuenta el caso de dos personas que luego de estar muy enamoradas y con una vida sexual muy activa, la pasión decae hasta llegar a la separación. Cuando el paciente le cuenta la historia, relata que en un principio fue un "flechazo con electricidad". Esto encendió la alarma del terapeuta. Al comprobar las fechas, ambos integrantes eran gemelos simbólcos, coincidían la fecha de nacimiento de uno con la fecha de concepción del otro. los gemelos simbólicos se ven inmersos en un incesto tambien simbólico, por eso la desaparición del deseo.
Recordatorio: Solo se comprueban las fehas con el objetivo de encontrar estas linealidades en caso de conflictos, no todas las parejas que coincidan en fechas tienen que fracasar.
Revisar el árbol genealógico también te puede llevar a historias claves para el fracaso sentimental. Además de las fechas, Repetir historias de nuestros padres o tener el afán de no querer repetirlas puede llegar a ser igual de perjudicial. No querer pasar por lo mismo que tu madre, tu abuela o tu tía te puede conducir a la soledad o a las relaciones tóxicas, el objetivo final es el mismo, mantenerte "solo y a salvo" para no repetir patrones.
Sanar historias
Los problemas para encontrar pareja o los conflictos con la pareja que ya se tiene, es muy probable que tengan su respuesta en la familia. Se puede estar intentando reparar a un abuelo mujeriego, a una abuela dominada, a una madre abandonada, todo esto se hace inconcientemente, pero interfiere en la realización interior de la persona. Tomar conciencia y sanar la pecepción que se tiene de las historias de nuestros ancestros es el paso número uno para lograr una vida amorosa y libre de ataduras, una relación de amor elegida por tí, sana y de tu creación.
miércoles, 30 de julio de 2014
Infidelidad desde lo Sistemico
CONSTELACIONES FAMILIARES
Alma Espinosa, licenciada en Psicología, explica que hay diferentes corrientes que analizan la infidelidad, uno de esos campos, incluso de reciente difusión es la de las Constelaciones Familiares, que nace de la terapia familiar.
Alma Espinosa, licenciada en Psicología, explica que hay diferentes corrientes que analizan la infidelidad, uno de esos campos, incluso de reciente difusión es la de las Constelaciones Familiares, que nace de la terapia familiar.
Asegura que existe una disyuntiva en torno a lo que se puede considerar como infidelidad, puesto que hay quienes consideran que desde el voltear a ver a una persona, o pensar en ella es una infidelidad y se le conoce como infidelidad de pensamiento, pero la más grave es cuando llega a convivir con otra persona.
“La infidelidad también se da en el noviazgo o en una relación formal, incluso en la unión libre. Pero, hablando de un matrimonio podríamos establecer que el infiel responde a un patrón, y si en el noviazgo fue infiel con su pareja puede seguir viviendo ese estilo de vida que se permitió y le permitieron”, añade la experta.
Para la concepción social, la infidelidad, al menos en los hombres, es un estilo de vida, aceptado por el género, pero en realidad es una dinámica que se da en la persona a partir de una serie de información familiar.
“De acuerdo con la teoría de Constelaciones Familiares, la dinámica del infiel viene del vínculo madre e hijo. El hijo al nacer es el consentido de la mamá y se genera un vínculo muy fuerte”, dice.
Es en el inconsciente familiar donde ese hijo puede ocupar un lugar tan especial en el corazón de la madre, que difícilmente podremos romper. Se le conoce como “el hijo de mamá”, que no es otra cosa que el involucramiento emocional con su madre, pero lo mismo ocurre con las hijas llamadas las “consentidas de papá”.
“Difícilmente podrá entregarle su corazón a otra persona. Lo que pasa con este tipo de hijos es que difícilmente va a poder echar raíces en otra relación y por eso busca relaciones complicadas. Son los típicos don Juanes, quienes obedecen a este patrón y se convierten en infieles”, comenta.
La especialista asegura que la infidelidad es provocada por la lealtad tan grande hacia la figura materna, lo cual hace que no eche raíces en una relación y empieza con una y otra, generando así una infidelidad.
“No me comprometo con ninguna otra mujer, entonces se buscan mujeres donde no hay compromiso, hasta tienen hijos por aquí, hijos por allá, se mueven en una dinámica muy importante en la relación vínculo madre e hijo, pero ambos no saben lo que genera esa conducta”, asegura y detalla que las mujeres de esos hombres tienen problemas con las suegras.
Comúnmente acepta que físicamente el hijo se podrá ir, pero el corazón sigue ligado con la madre, y esta situación no es exclusiva de los hombres.
EL DUELO DE LA INFIDELIDAD
Después de una infidelidad, viene la etapa de duelo, que en un desengaño; es doloroso y cada quien lo vive a su modo, no tiene tiempo de sanación y va en función de la situación de la relación o del tiempo de convivencia, explica la psicóloga.
“En esa etapa se pierde la confianza, la seguridad, los sueños, y lo que se había establecido como vínculo, porque para trabajar el duelo la persona tiene que trabajar el perdón y perdonarse a sí misma por estar permitiéndose esas situaciones”, establece.
Desde su perspectiva, considera que no es conveniente que el perdón se dé demasiado pronto, pues la persona necesita revalorarse y después de eso tiene que evaluar si retomará la relación, sea cual sea la condición de la misma.
“Al término del duelo es necesario que la persona analice y reflexione, luego puede decir ‘ya decidí que ya no quiero la relación, me quiero ir en paz, me quiero ir sin estar odiándote’, para que así la persona pueda voltear al otro lado del camino y puede seguir”, ese es el duelo y el perdón, añade.
Y al abundar en ese sentido, dice que el perdón se da al final del duelo, es el proceso en el cual la persona ya siente que está lista para confrontar a quien la dañó, para ver a quien la vea, para decirle las cosas sin enojo y sin coraje, pues tras ese duelo hay que establecer compromisos.
Para la especialista tanto el hombre como la mujer son vulnerables a la infidelidad, aunque sea distinta la concepción.
“La mujer sale más rápido que el hombre, porque nosotras lloramos, lo gritamos, y sacamos los sentimientos, mientras que el hombre lo primero que le dices es que no lloren y los amigos hasta le dicen que la olvide, lo que no les permite vivir su duelo”, expresa.
Es decir, que tanto el hombre como la mujer son vulnerados, pero lo que cambia es la forma de expresarlo, pues además por naturaleza el hombre no puede estar solo y eso lo lleva a una nueva pareja, entonces se registra una infidelidad, por lo que el hombre como no se da la libertad o el tiempo y se relaciona con otra persona para no sufrir.
SÍ HAY MAÑANA
Desde la concepción de las Constelaciones Familiares, existe una terapia que puede eliminar el vínculo entre los hijos y los padres.
“Un hombre infiel está ocupando el lugar de su papá y una mujer que es infiel está ocupando el lugar de su mamá. Detrás de esto está el no compromiso, el mantener la lealtad”, apunta.
Agrega que “echar raíces con una persona es decir, ‘ahora me voy, sigo estando al pendiente de ellos, pero corto el lazo afectivo y algunas ataduras’, pues como hijos tenemos el derecho de tomar esa decisión”.
Califica tal acto como una deslealtad positiva hacia los padres y entera que “Por eso es necesario que se mantenga el respeto entre padres e hijos, que se reorganicen las familias y se respete la jerarquía, mientras los padres conforman un sistema parental, los hijos integran el fraternal, ambos no deben ser rebasados”.
Incluso Alma Espinosa aconseja que al buscar pareja, cada persona investigue o conozca sobre con quien ésta saliendo pues todo está involucrado y los antecedentes si afectan la relación.
“Aquel hombre o mujer que decide quedarse, tener una pareja, es aún una decisión de ver todo lo que se conjuga en la familia, la aprobación de la pareja, incluso que tu papá y tu mamá den la autorización, por qué si no, se enfrentan situaciones muy difíciles, y no se diga cuando la persona con la que se trata de relacionarse es la consentida de mamá o papá, según sea el caso”, comenta.
Considera que hay que tener cuidado cuando las mujeres y los hombres buscan este tipo de situaciones porque les “conviene”.
“El tratamiento con la víctima es especial y la persona que es infiel trae un ‘rollo’ interno muy fuerte que hay que trabajar… ¿Qué pasa después de una infidelidad, una pareja puede retomar la relación?”, cuestiona a sí misma.
“Yo creo que sí, hay etapas del daño y puede la pareja después volver a retomar la relación, yo pienso que sí, todo depende de que estén dispuestos a trabajar, cada uno tiene su parte, por eso es bueno que pongan limites muy claros y definidos con su pareja, pero con base en ello fundamentar la relación”, responde.
La terapeuta dice que en una infidelidad cada quien es responsable de algo y lo importante es que se restablezcan los límites y se definan.
“Porque si la persona lo dejó pasar la primera vez, das el mensaje de que lo puedes volver a hacer”, refiere.
martes, 24 de junio de 2014
HIJOS DE MAMÁ E HIJAS DE PAPÁ
"En mis talleres propongo a veces un ejercicio sobre la presencia de los padres en el interior de cada uno. Consiste,inicialmente, en descruzar las piernas, cerrar los ojos y centrarse, es decir, tomarse un tiempo para reconocer un centro en cada uno, un lugar interior imaginario exento de pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales. Después hay que imaginar el momento en que se conocieron nuestros padres, cuando se miraron y se gustaron, cuando se sintieron movidos el uno por el otro, cuando, impulsados por el deseo, disfrutaron de los juegos del amor. Ahí se inició el engranaje de nuestra vida. Podemos experimentarnos como pequeñas células, fruto del deseo de nuestro padre y nuestra madre, de la buena mirada entre ellos, del prodigio de su encuentro. Mucho más allá de los temores, de los conflictos, de las dificultades, de lo que sucediera a posteriori en la relación entre ellos o de ellos con nosotros, la fuerza de la vida se abrió camino a través de un hombre y una mujer, y surgió nuestro cuerpo. Cada uno debe percibir la sensación que produce en su cuerpo esta
imagen, y si es una sensación agradable, debe dejarla crecer, cada vez más y más, más y más. Ahora ya tenemos una larga historia, somos adultos, y nuestro cuerpo tiene memoria. En él se encuentran presentes nuestro padre y nuestra madre. Y podemos percibir de qué manera están presentes cada uno de ellos, de qué manera nuestro cuerpo se encuentra abierto a la
madre, en sintonía con ella, y de qué manera nuestro cuerpo se encuentra abierto y en sintonía con el padre. Sólo hay que prestar atención. Es probable que descubramos más presencia de uno que del otro. En ese caso, hay que explorar qué ocurriría si el que está menos presente lo estuviera más, cómo sería inundarse más de padre o de madre. Finalmente, hay que
retener esas sensaciones durante un tiempo y, cuando se desvanezcan, abrir de nuevo los ojos.
Una vez trabajé con un hombre joven, un chico de veintitantos años. Se sentó y dijo:
—Yo no tengo padre.
—Eso no resulta muy creíble —repuse.
En primer lugar, porque invariablemente todos tenemos padre, y en segundo lugar, porque podía ver con claridad la
presencia del padre en él. Pero entonces dijo:
—No tengo padre porque soy hijo póstumo: mi padre murió antes de que yo naciera.
Su terapeuta, al conocer esta información, le había dicho que le convenía trabajar la ausencia del padre para ganar fuerza para su camino. Lo cual tiene cierta lógica, porque el hijo no pudo cultivar el día a día con su padre y experimentarlo en su crianza. Pero yo veía a su padre intensamente en él, mucho más que en otras personas que se han criado con su padre,pero que se convierten en hijos predilectos de mamá y establecen con ella un nexo excesivo, y pierden en su cuerpo y en su energía el rastro paterno. Entonces hicimos una constelación y representamos al padre, a la madre y a él. Fue una constelación muy conmovedora y pedagógica, porque la madre sentía un amor y un respeto tan profundos hacia el padre que éste llegaba al hijo y fluía en él a través de ella. Y fue muy bello comprobar cómo la madre, con su amor, hacía que el padre estuviera presente para el hijo. Éste descubrió que su pensamiento «yo no tengo padre» era sólo eso, un pensamiento: su
cuerpo estaba lleno de su padre porque su madre lo había hecho presente. Sin duda, un regalo enorme que los padres dan a su hijo es querer en él al otro progenitor, aunque entre ellos concluyera la relación o se extinguiera el sentimiento amoroso.
Los padres, de una forma u otra, en mayor o menor medida, están siempre presentes en nuestro cuerpo, en nuestro
corazón y en nuestra manera de plantarnos en la vida. También en nuestro movimiento hacia la pareja. Una frase muy
conocida de Bert Hellinger es: «El mejor matrimonio, la mejor unión, se da cuando se casan la hija de la madre y el hijo del padre».
Un hombre se hace hombre a través de los hombres, su contagio y atmósfera, nunca a través de las mujeres. Un
hombre que pretende hacerse hombre a través de las mujeres estará siempre un poco flojo y debilitado, sin sostén. A veces,un hijo, en lugar de empaparse de la atmósfera del padre, de realizar el tránsito del vínculo con la madre al mundo del padre y de los hombres de la familia, se coloca cerca de la madre, o incluso se siente un hijo especial, o más importante que el
padre para la madre. No se trata de que el hijo lo haga exactamente así, sino de que el sistema como un todo lo hace de este modo a través de las dinámicas que va generando. A menudo, la madre no logra darle el primer lugar al padre y se coloca afectivamente muy cerca del hijo, que queda enredado en un vínculo demasiado estrecho con ella. Otras veces, el padre no toma con claridad su lugar y el hijo acaba sintiendo en lo hondo que su valor como hombre se encuentra en la buena mirada
de su madre o de otra mujer. El hecho de que la hombría provenga de las mujeres constituye una extraña e irresoluble paradoja. Por eso, es bueno para el hijo volverse al padre y, en un sentido interior, decirle: «Ahora me pongo a tu lado, y al
la de todos los hombres de la familia, en su atmósfera; ahora me hago hombre como tú y como todos los demás, sea lo
que sea lo que hayan vivido, y sea como sea que hayan sido». Pero también es bueno reconocer que, para la madre, el padre es el mejor, y que uno, como hijo, sólo es hijo. Lo cual libera estos enredos más de lo imaginable y reestructura el mundo interior para que se abran camino nuevas posibilidades en nuestra vida y en nuestra vida de pareja.
Sucede exactamente lo mismo con la mujer. Una mujer se hace mujer con las mujeres, en ellas encuentra e inhala el
aroma de lo femenino, pero algunas mujeres se mantienen pegadas al padre, a menudo incluso por encima de la madre, y en sus relaciones de pareja tienen graves dificultades para respetar a los hombres y para darle a su pareja un buen lugar.
Muchas veces se mantienen atadas a su sentimiento de princesas de papá, se muestran muy seductoras pero no consiguen vislumbrar a ningún hombre que esté a la altura definitiva del padre. Además, esperan que el hombre les dé el valor que necesitan como mujeres, lo cual es otra paradoja irresoluble. Son muy seductoras, atractivas y apasionadas, y convencen a los hombres de que son maravillosas; son únicas en el arte de la conquista. Los hombres se dejan convencer fácilmente,
pero ellas se mantienen en la insatisfacción y buscan al hombre definitivo que nunca llega. A menudo encarnan el prototipo de la amante, porque los hombres no pueden darles su valor como mujer: esto sólo es posible a partir de la madre y de las
mujeres.
Muchas veces se casa «la hija del padre» con «el hijo de la madre», y las relaciones son muy intensas, muy apasionadas, pero muy difíciles y turbulentas. Con suerte trabajan y reestructuran su mundo afectivo. Con menos suerte, el
final es virulento y presenta visos de drama o tragedia.
¿Y qué pasa con los hombres y las mujeres homosexuales? Algunas teorías hablan de la existencia de cuatro sexos:
hombres con cuerpo de hombre, hombres con cuerpo de mujer, mujeres con cuerpo de mujer y mujeres con cuerpo de hombre. Sea como fuere, el mecanismo sigue siendo el mismo: la mujer sólo puede encontrar su referencia de mujer con otras mujeres, y el hombre sólo puede encontrar su referencia de hombre con otros hombres. Después, una mujer puede salir al encuentro amoroso de otra mujer o un hombre de otro hombre, pero la forma de hacerse mujer u hombre es la misma.
Una vez trabajé con un hombre que me dijo: «Ahora tengo una pareja mujer, pero no sé si soy homosexual o
heterosexual». Hicimos una constelación y vimos un hecho importante en su historia: antes de que él naciera murió una hermana suya. El médico le dijo en aquel momento a la madre: «Será mejor que tenga otro hijo, o morirá de pena». Y tuvo a mi cliente. En la constelación, el representante del hombre miraba a la hermana muerta y le decía: yo soy tú. Sentía que vivía en un cuerpo de hombre, pero también que dentro de él vivía su hermana, porque este hombre representaba a la hermana que había muerto en el sistema familiar. Entonces ocurrió algo muy hermoso: pusimos a su novia en la constelación y vimos que
ella también amaba a la mujer que él llevaba dentro.
Como puede verse, el territorio amoroso es vasto y complejo. En cualquier caso, ante un problema de relación de pareja, puede ser útil preguntarse: ¿me siento como hombre alineado con mi padre y con los hombres de mi familia, y logro
mi hombría y masculinidad a través de ellos y el lugar interior de compañero al lado de una pareja? ¿Me siento como mujer alineada con la madre y las mujeres de mi familia y las mujeres en general, de manera que realizo mi feminidad a través de ellas y logro el lugar de compañera al lado de una pareja? O, en términos más generales, ¿con quién me siento todavía tan
atado que impide que mi energía esté disponible para mi pareja actual?
La presencia de los padres en nuestra pareja se experimenta también a través de su bendición y su buena mirada hacia
nuestra unión. Algunos hijos o hijas que se unieron con su pareja sin esa bendición, o con la abierta oposición de los padres, pueden encontrar dificultades y resistencias para abrirse y tomarla completamente debido a la lealtad oculta hacia sus padres, o bien sumergirse en una molesta dinámica de movimientos interiores contrapuestos: lealtad hacia la pareja y lealtad hacia los padres al mismo tiempo, sin la opción de sentirse en paz con ello.
Aunque parezca un arcaísmo, no deja de ser crucial para muchas personas recibir la bendición de sus padres para la pareja que tienen, de modo que el bienestar y la prosperidad florezcan con ella.
jueves, 5 de junio de 2014
Reseña del libro
El BUEN AMOR EN PAREJA
Joan Arriaga
1. SIN TI NO PODRÍA VIVIR / SIN TI TAMBIÉN ME IRÍA BIEN
Somos dos adultos que nos sostenemos sobre nuestros propios pies, no dos niños buscando a sus padres. Sin ti también me iría bien, pero me alegra el corazón que sea contigo y que estemos juntos.
2. TE QUIERO POR TI MISMO / TE QUIERO POR TI MISMO… BUENO, A PESAR DE TI MISMO.
Es un regalo enorme amar las sombras del otro, su ego, sus dificultades, y ser compasivos con ello, porque eso significa que somos capaces de reconocer al otro miembro de la relación en su realidad más sombreada. La pareja es un campo de crecimiento en el que se van limando las asperezas del ego gracias a que el amor compartido es capaz de soportarlas.
3. HAZME FELIZ / SIENTO EL DESEO ESPONTÁNEO DE QUE SEAS FELIZ
La pareja no está pensada para darnos la felicidad, aunque si sabemos conjugar todas sus dimensiones experimentamos algo que se acerca a la dicha. Sentimos que pertenecemos a algo, que hemos creado una intimidad, un vínculo, y que construimos caminos de vida.
4. QUIERO UNA PAREJA / MEJOR ME PREPARO PARA SER PAREJA
El exceso de «yo» y de individualidad por encima del sentido del «nosotros» convierte la pareja en un campo increíble de libertad y al mismo tiempo nos expone a más y más soledad e incertidumbre. Las dos cosas al mismo tiempo. Si quieres tener pareja, trabaja en tu interior para encontrar tu propio tono y manera para ser compañero o compañera, y lo demás se te dará por añadidura.
5. TE LO DOY TODO / MEJOR DAME LO QUE ME MANTIENE EN EL MISMO RANGO QUE TÚ
La pareja es una relación de igualdad en la que hay que procurar que haya un intercambio de equilibro y justicia para preservar la paridad de rango. Dar mucho puede generar en el otro un sentimiento de deuda y empequeñecerlo. Mejor dar lo que el otro puede devolver de alguna manera, puesto que con el intercambio fértil crece la felicidad.
6. DÁMELO TODO / DAME LO QUE TIENES Y ERES Y YO PUEDO COMPENSAR, PARA MANTENER EN MI DIGNIDAD
Cuando alguien en una relación lo pide todo del otro, debemos sospechar dos cosas: la primera, que esa persona es un niño y la segunda, que esa persona sin duda no va a tomar y apreciar lo que se le da, porque está anclada en un guión de insatisfacción que se nutre de demanda, la cual, aunque sea atendida, no satisface. Mejor el intercambio positivo y gratificante al negativo e hiriente.
7. OJALÁ SEA INTENSO Y EMOCIONAL / OJALÁ SEA FÁCIL
Algunas relaciones discurren con fluidez y facilidad, no chirrían. Son el resultado del encuentro de dos naturalezas que armonizan sin grandes desencajes. Otras veces, todo es difícil, a pesar del amor. Cuando una relación es intensa y emocional, a menudo llega a ser desvitalizante. De hecho las grandes turbulencias emocionales y los juegos psicológicos desgastantes y fatales tienen que ver con reminiscencias de heridas infantiles y viejos anhelos no colmados.
8. LUCHO POR EL PODER / COOPERAMOS
Demasiados siglos de lucha y sufrimiento entre hombres y mujeres nos convocan a una reconciliación. Es maravilloso cuando en la pareja ambos sienten adentro, de verdad, de corazón, que no hay mejor ni peor, y que caminan juntos. No uno por arriba y otro por abajo, no uno por delante y otro por detrás. Cooperan. Son compañeros y amigos y hermanos y amantes y socios. Uno y uno son más que dos. En lo más profundo las mujeres se suelen sentir mejores que los hombres —según mis estadísticas— pero las más inteligentes se encargan de que sus parejas no lo noten.
9. YO PIENSO, TÚ SIENTES Y ANTE LO DIFÍCIL SÁLVESE QUIEN PUEDA / REÍMOS Y LLORAMOS JUNTOS Y JUNTOS NOS ABRIMOS A LA ALEGRÍA Y EL DOLOR
Las parejas enfrentan en su proceso vital asuntos que en algún momento duelen: hijos que no vienen, abortos, muertes o enfermedades de seres queridos, vaivenes económicos y existenciales…. Son asuntos que ponen a prueba la capacidad de aguante de la pareja, y que o bien la fortalecen o bien la derrumban y ponen en ella resentimientos y millas de distancia.
10. QUE SEA PARA SIEMPRE / QUE DURE LO QUE DURE
Entrar en el amor de pareja significa también hacerse candidato al dolor de un posible final. Hoy en día se habla de monogamia secuencial, esto es, de que, estadísticamente, cabe esperar que tengamos entre tres y cuatro parejas a lo largo de nuestra vida, con el consiguiente estrés y tránsitos emocionales complejos que ello conlleva. Cuando no hay un contrato institucional de por medio, tenemos una oportunidad de crear a la pareja cada día, a nuestra manera, y de vivir lo que nos permite. Si llega el final, aprendemos el lenguaje del dolor, la ligereza y el desapego, para luego volver de nuevo al carril del amor y de la vida.
11. PRIMERO LOS PADRES O LOS HIJOS Y LUEGO TÚ / PRIMERO NOSOTROS, ANTES QUE NUESTRAS FAMILIAS DE ORIGEN Y QUE NUESTROS HIJOS EN COMÚN
Conviene saber que el amor se desarrolla mejor en universos de relación ordenados: que los padres sean padres y que los hijos sean hijos, que la pareja que se ha creado (que puede incluir a hijos de anteriores relaciones) tenga prioridad frente a parejas anteriores o frente a las familias de origen. Que el pasado sea honrado y labre un buen presente y un buen futuro. Algunas personas dan más importancia a los hijos en común que a los anteriores, lo cual acaba creando malestar en todos. Al mismo tiempo, una pareja posterior debe saber que tiene más posibilidades de ocupar un buen lugar si asume que los hijos de su pareja estaban antes y respeta su prioridad.
12.TE CONOZCO / CADA DÍA TE VEO Y TE RECONOZCO DE NUEVO
Algunas parejas no se relacionan con la persona que tienen al lado, sino con las imágenes interiores que se han ido formando de esa persona a lo largo del tiempo. Viven en el pasado y se olvidan de actualizarse cada día. Para evitarlo, ayuda, y mucho, abrir la percepción a cada instante nuevo y no dar a la otra persona por supuesta. El otro se ilumina cuando le reconocemos y le descubrimos como nuevo, y de este modo también nosotros nos volvemos nuevos y jóvenes.
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